No sé cómo sea en otros lugares,
pero en el Perú hay muchos jugadores de fútbol con apodos, ya sea de animales,
nombres de otro jugador, entre otros temas. A continuación veremos varios de
los más vistosos apelativos y trataré de hacer algún análisis al respecto.
Los pequeños
Jugadores de baja estatura,
contextura delgada, pero con habilidad y rapidez. De esos abundan en el fútbol
peruano, y cada equipo suele tener uno, por lo menos. ¿Y cómo suelen llamar a
estos chicos? Algunos periodistas los llaman “pericoteros”. Yo supongo que debe
ser porque los pericotes son pequeños, rápidos y escurridizos. Si “pericotero”
es el tipo de jugador, de acuerdo con su estilo de juego; el apodo ideal para
ellos es uno muy usado por los peruanos: “chato” (no somos, pues, un país
compuesto mayormente por gente alta). Así, tenemos al “chato” Barrena, del CNI
de Iquitos; al “chato” Pedro García, de Universitario, o conocido también como
el “Romario de los pobres”. Este último apodo es bastante curioso porque
García, según algunos entendidos, tiene un estilo parecido al del gran Romario
(además de ser jugadores “bajitos”) cuando juega y marca sus goles.
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El "chato" Barrena |
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El "Romario de los pobres" Pedro García |
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"O baixinho", "Chapulín", o Romario |
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La verdadera pulga, Lio Messi |
Otro caso es el de Raúl Ruidíaz,
más conocido como “La Pulga”. Si hacemos memoria, así llamaban a Lionel Messi
en España. Cuando Ruidíaz apareció, y de buena forma, la prensa deportiva
anunció que estábamos ante una gran promesa, con mucho futuro y un parecido al
juego de Messi, la verdadera “pulga”, un “Messi peruano”. Y sólo por eso, se
ganó el apodo de pulga. Aunque ahora también lo llaman el "enano".
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Ruidíaz: la "pulga" peruana |
Ahora viene el pequeñín de moda,
el que todos quieren y saludan en las calles. Le dicen “El Periquito” y se
llama William Chiroque Távara. Fue la máxima atracción de la última Copa
América, celebrada en Argentina; incluso un periodista de ESPN le dedicó una
columna en la que le dieron trato de estrella, un representante del fútbol
bonito de antaño: de los quiebres y las gambetas.
Desde que Chiroque apareció en el fútbol, con la camiseta de Alianza Atlético
de Sullana, siempre se caracterizó por su corta estatura y su delgadez; algunas
veces causando la risa del hincha en las tribunas.
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El periquito, inspiración para el apodo de Chiroque |
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El "periquito" Chiroque |
Para terminar con los pequeños,
tenemos 2 opuestos. Uno, a punto de dejar el fútbol y considerado, por algunos,
un histórico de la Selección Peruana; el otro, ex jotita, joven, con un gran futuro
y parece que recalará en un club limeño. Estoy hablando de Roberto “El Chorri”
Palacios. “El Chorri”, ¿Y por qué le dicen así? Pues porque es de Chorrillos,
su distrito de procedencia. Más de una vez me he encontrado con el Chorri en
alguna cebichería chorrillana. Personaje muy querido por el pueblo, pero que ha
entrado en un periodo de “desgracia mediática” producto de sus pataletas y poca
presencia en las canchas. Ya tiene 38, pues. Veremos si se retira a finales de este año.
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El "chorri", antes chorrigolazos. Ahora sólo llantos |
El último de nuestros pequeños es
un goleador, que termina su 3ra temporada como profesional con 48 goles. Se
trata de Irven Beybe Avila, jugador huanuqueño, cuyo apodo es “El Cholito”.
Este apodo debe haber sido puesto por alguno de sus compañeros en las
divisiones menores de la U, y probablemente debido a que llegó de Huánuco para
probar suerte, y porque suele asignarse ese apelativo a las personas que vienen
de provincia. Es el segundo “cholito” de su equipo; porque el otro, Johan,
lleva el apodo por su padre, el verdadero Cholo, don Hugo Sotil.
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Irven Beibe Avila, el "cholito" |
Los animales
En este rubro hay muchísimos
jugadores con apodos de animal, podríamos armar un zoológico con esas chapas.
¿Será que a los peruanos nos gusta animalizar el fútbol y ver jugadores con
características animales dentro del campo de juego? Respuesta muy difícil de
saber. Pero veamos los casos más llamativos.
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El murciélago. ¿Acaso no se parecen? |
Este primer animal es de la
familia de los quirópteros, es ciego y vuela. Se trata del murciélago, un
animal un tanto raro como para ser el apodo de algún jugador. Pero en el Perú
si tuvimos un murciélago que levantó las alas en su momento de fama: Abel
Lobatón. Delantero, alto, poco técnico, con cierta trayectoria, campeonó la
Sudamericana con Cienciano casi sin jugar, tuvo su momento en Europa y Brasil,
y ahora pretende ser un nuevo integrante de la farándula. Este murciélago si
salió de su cueva y mordió en las canchas, aunque muy poco. ¿Hay algún
parecido? Supongo que la chapa habrá salido por el parecido que pueda haber
entre el ex jugador y el animal volador. Pero nada más.
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Abel "murciélago" Lobatón |
Siguiendo con los animales
voladores, tenemos a 2 representantes más. El primero, juega en los Estados
Unidos y vuela en el campo de juego cada vez que le toca jugar. Su apodo hace
alusión a una de las aves más conocidas en Los Andes y el mundo: el cóndor.
Andrés Mendoza, más conocido como “el cóndor”, delantero resistido por la
hincha peruana y el periodismo deportivo, dueño de una zurda potente y
goleadora, junto con una sonrisa de fotografía. Este cóndor ha alzado vuelo por
Bélgica, Ucrania, Rusia, Rumanía y México con algunas buenas campañas, pero
¿por dónde se parece a un cóndor? Debe ser por el color del cóndor y la piel
morena de Mendoza. Seguro que suena a un apodo racista, pero esto es el Perú y
muchas veces los apodos se construyen en base a alguna deficiencia física o por
el color de piel.
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Andrés "cóndor" Mendoza |
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Su animal, el cóndor |
El otro volador es el gavilán, un
cazador de aves pequeñas, y en su versión futbolera, sería un jugador con
hambre de gol: Johan Fano. Ha pasado por varios clubes del fútbol peruano,
logrando su mejor campaña con el Bolognesi de Tacna, que le sirvió ser
contratado en Universitario, y luego se fue a Colombia y México, donde le fue
bastante bien. Este gavilán es de esos delanteros atrevidos, con poca técnica,
pero con mucho amor propio, cazador de goles en el área; tiene una buena
cantidad de goles en su cuenta y también una prominente nariz, la cual le valió
para ganarse otro apodo: Doug Narinas, un personaje de dibujos animados.
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Doug Narinas |
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Johan "gavilán" Fano |
Es momento de ir al mar y conocer
sus más simpáticos habitantes. Uno de ellos es el pulpo, con sus 8 tentáculos,
muy inteligentes y de diversos tamaños. Durante la década de los 90, un jugador
se ganó el apodo de “pulpo” debido a su capacidad de marcar y entregar el balón
prolijamente, como si tuviera 8 piernas. Llegaba a todos los cruces, cerraba el
medio campo y se daba abasto para jugar solo como volante de contención.
Precisamente, su número es el 8, igual al número de tentáculos/pierna que
posee, a pesar de estar muy cerca al retiro. Jugador de selección por mucho
tiempo, titular indiscutible y peso pesado en Alianza Lima, se trata de Juan
Jose Jayo Legario, “el pulpo”, quien en su mejor momento llegó al Celta de Vigo
español y tuvo una trayectoria importante en el Unión de Rosario argentino.
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Juan José Jayo Legario, el "pulpo" |
El otro jugador “marino” también
viene de tienda blanquiazul, y su apodo lo heredó de su tío, otrora delantero
de Alianza Lima y Universitario: Roberto “la foca” Farfán. Allá por el 2001,
cuando hizo su debut en el primer equipo, ya se vislumbraba un futuro crack:
rápido, joven, en un equipo grande, con hambre de gloria y 2 tíos futbolistas
(uno es Farfán y el otro es Luis “cuto” Guadalupe, hermano de su madre). Fue la
hinchada y la prensa quien le dio el apelativo de “foquita” por considerarlo
una versión pequeña (no por juego, sino sólo por el apellido) de su tío
Roberto, “la foca”, quien hizo conocido este sobrenombre por su peculiar forma
de celebrar sus goles. Ahora, Jefferson, “la foquita”, juega en el Schalke 04
alemán y la Selección Peruana, después de haber llegado al PSV holandés y ser
tetracampeón de su liga.
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La "foquita" Farfán. Tal vez, nuestro mejor jugador en la actualidad |
El siguiente animal viene de
Africa, del desierto, y tiene 2 jorobas: el camello. Este animal, o apodo, se
hizo muy conocido en el Perú gracias a Jorge “el camello” Soto, ex jugador de
Sporting Cristal. Tenía un estilo bastante peculiar y propio para jugar al
fútbol, y que al momento de correr hacía parecer que era jorobado. De ahí el
apodo. Aunque, si vemos la foto de un camello, éste tiene 2 jorobas; en
realidad, Soto no era un camello, sino un dromedario.
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Su animal inspiración: el dromedario |
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El "camello" Soto, ahora ex jugador |
Así, hay varios jugadores más con
apodos de animal. Otro de los “famosos” es José Luis “el puma” Carranza, ex
jugador de Universitario. Aunque este apodo no fue heredado del animal, sino
que se lo pusieron por su parecido con el cantante José Luis “el puma”
Rodríguez. Con el tiempo, sus hinchas agregaron que también se llamaba “puma”
por su garra para jugar al fútbol. Otro felino es “el gatito” Eder Hermoza,
arquero que fue parte de la selección de menores recordada como “los jotitas”. Durante aquellos partidos del sudamericano en
Ecuador y el Mundial en Corea, Eder se ganó la chapa de “gatito” gracias a sus
atajadas salvadoras y reflejos felinos. Pero años después, “el gatito” deambuló
por equipos de provincia probando suerte y ahora tapa en el César Vallejo de
Trujillo. Sin embargo, de gatito no pasó a gato, sino que se transformó en
“mazamorra”.
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El "puma" Carranza, haciendo gala de su apodo con un movimiento felino |
Apodos variados, para todo gusto
Ahora viene una selección de
apodos para todo gusto: burlones, graciosos, faltosos, crueles. La mayoría de
estos apodos los tomo de la página de Jesús Angel, de El Bocón, una de las
columnas que leo a diario. En el Perú, se utiliza el término “palomilla” para
referirse a chicos despiertos, que les gusta la chacota, vivaces, de barrio.
Pero este término también tiene una variante: el “palomilla de ventana”, quien
sería un palomilla pero sin barrio. “De ventana” porque este palomilla hace sus
palomilladas, su joda, pero sin el
estilo “calle” que si tiene un palomilla de esquina. Es la chapa aplicada
a los “pitucos” que se creen palomillas
de barrio, como Jean Ferrari, ex futbolista y ahora intenta ser un comentarista
deportivo serio.
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"Palomilla de ventana" Ferrari, cuando aun era jugador; y su ex DT Franco "pepón" Navarro |
Uno los principales estereotipos
del futbolista peruano es que es “tramposo”, es decir, le gusta sacar los pies
del plato, tener más mujeres además de su pareja formal, nunca está demás tener
unas trampas. Es lo que suele decirse sobre los futbolistas; por ello no podía
faltar aquí un apodo que tenga que ver con trampas. Otra jerga peruana es
“monse”, que hace referencia a las personas que son quedadas, lentas, que dejan
ganar el vivo. De estos términos, tenemos la fusión “tramposo monse”, y dueño
de este apodo es el lateral de Alianza Lima, Amilton Prado. ¿Y por qué tramposo
monse? Es gracias a Magaly Medina, cuyo programa de chismes de farándula lo
ampayó con una cantante de cumbia y luego tuvo problemas con su esposa, su
“firme”. Se hizo un escándalo en los periódicos por varias semanas pues los ampays siguieron. Y se quedó con ese
apodo.
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Amilton brindando declaraciones sobre sus ampays |
Hay otros apodos de futbolistas
que se construyen a partir de su apariencia física. Uno de ellos es el de
Walter Vílchez, defensa peruano, quien pareciera tener un problema de acné. Y como la joda está a la
orden del día, le cayó su “chaplín”, y lo bautizaron como el popular
“carapulcra”. La piel morena de jugadores como Luis Tejada, delantero panameño
del Juan Aurich; y Christian Ramos, defensa del Alianza Lima; ha sido la excusa
para que el periodismo y la hinchada hagan populares apodos de corte racista
como King Kong y “la sombra”, respectivamente. En el caso de Tejada, éste se
mostró contrariado cuando llegó al Perú y se enteró que lo venían llamando así.
Ahora lo llaman “diente de oro” en alusión al diente dorado que posee; aunque
el otro apodo sigue mencionándose entre los hinchas. Están también los
jugadores altos, grandes, fuertes, los “tanques” como Flavio Maestri, Roberto
Silva o el “camión” David Chevez, quienes se ganaron sus apodos gracias a su
corpulencia.
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La "sombra" Ramos |
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El popular "carapulcra" Vílchez |
También, no podemos olvidarnos de
los “hijos” de algunos futbolistas. No son hijos biológicos, pero si lo son de
apodo. Uno de ellos es Michael “Solanito” Guevara, en honor a Nolberto Solano.
¿Y por qué apodarlo asi? Cuando Guevara apareció en el fútbol, lo primero que
notaron los periodistas fue el parecido físico con el popular “ñol” Solano y
decidieron bautizarlo como “solanito”. Hasta ahora siguen diciéndole así. Otro
viene del Alianza Lima, del barrio de Las Américas, muy cerca a Matute. El
apodo que lleva no es cualquier cosa pues era el nombre de cariño que los
hinchas tenían en los labios cada vez que referían a él y evocaban sus goles:
Waldir “wally” Sáenz. Cuando jugaba sus últimas temporadas, debutó en el equipo
profesional un juvenil de quien se venía hablando muy bien; incluso llegaban a
decir que era el sucesor del gran Waldir. Su nombre es Alexander Sánchez, o
“arrocito”, o simplemente “wally”. Parecido físico no hay, se decía que Sánchez
tenía cosas de Waldir en sus mejores momentos. Pero, para ser francos, este
blogger no recuerda haberle visto un partido estilo Waldir Sáenz, a quien si he
visto marcar muchísimos goles en Matute.
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Alexander "wally" Sanchez |
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El goleador histórico de Alianza, Waldir Saenz |
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"Solanito" Guevara |
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Solano, el verdadero. ¿Se parecen? |
Y junto
con los futbolistas, los entrenadores y dirigentes también tienen sus apodos.
Está el caso de un ex futbolista, ahora DT, cuyo apodo es el “chemo”. José
Guillermo “chemo” del Solar, al retirarse del fútbol decidió ser entrenador y
partió a España a iniciarse en una nueva carrera. A los meses del retiro, salió
una noticia que confirmaba un resultado positivo luego de un examen antidoping que le tocó hacerse durante
uno de sus últimos partidos. La noticia generó muchos comentarios por parte del
periodismo y burlas a cargo de la hinchada peruana, pues del Solar no es un
jugador precisamente carismático. El apodo de “chemo” derivó a “chamo”, término
que se utilizarse para hacer mención a la cocaína. A raíz del problema, el
“chamo” perdió su trabajo de DT de menores en el Villarreal y tuvo que venir a
probar suerte por Sudamérica, recalando en el Colón de Argentina donde fracasó y
luego volvió a Perú para dirigir al Cristal en el 2005. Después tuvo un paso
por Chile y terminó siendo contratado por la Federación Peruana de Fútbol para
dirigir a la Selección en la Eliminatoria al Mundial 2010. El resultado fue que
terminamos últimos, en una campaña para el olvido, la vergüenza y una última
chapa: “no me moriré de hambre”. Durante una de sus últimas conferencias de
prensa, cuando ya estábamos eliminados del Mundial, del Solar declaró que su
paso por la Selección no lo consideraba un fracaso, sino más bien era un
aprendizaje para su carrera y que “no se morirá” de hambre cuando acabe su
contrato porque seguro encontrará un nuevo equipo. La indignación de la prensa
hizo que se quede con ese nuevo apodo.
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"No me moriré de hambre" del Solar |
Otro DT
con muchos apodos es Juan Carlos Oblitas. Hace poco criticado por aparecer en
un comercial de apoyo a la minería y que nos hace quedar como un pueblo que no
quiere el desarrollo. Pero aquí comentaremos sobre los apodos del ahora
¿gerente? Desde que era futbolista, y fue de los buenos, usaba lentes de
contacto y lo llamaban cariñosamente “el ciego”. Luego de su retiro de las
canchas como jugador, pasó a ser DT de Universitario y Cristal, para luego
pasar a dirigir a la Selección Peruana. Uno de sus convocados fue el ya
mencionado “puma” Carranza, quien en unas de las declaraciones habituales que
se hacen en la Videna al culminar los entrenamientos, dijo que Oblitas era como
una “tía” para el grupo debido a su familiaridad y cercanía con el jugador. Más
que un DT, era la “tía” del grupo. Su estilo de manejo de grupo mediante
relaciones paternalistas es ya conocido y sabemos que en el fútbol moderno eso
no va más. Por eso, ahora lo vemos de “gerente” en Cristal. Para cerrar, en sus
últimos años de DT en Cristal, uno de sus ex pupilos (quien salió del equipo
por discrepancias con Oblitas) lo tildó de “vago”, que no trabajaba durante la
semana y que no dejaba enseñanzas para el jugador. De estas declaraciones se
apoyaron los medios para señalarlo como “vago”, aunque las buenas relaciones de
Oblitas con cierta prensa hizo que este apodo no sea tan popular. Y cerramos
con un DT de la vieja escuela, que de tácticas y trabajos modernos en el fútbol
debe conocer poco o nada. Se ganó un apodo muy peculiar: “pastoreo”. El
pastoreo viene de la actividad de los pastores, quienes llevan a las ovejas a
los campos a pastar. El término “pastoreo” en el fútbol alude a no trabajar a
fondo en el entrenamiento, dar unas vueltas, tocar la pelota y se acabó. Ese
apodo le pertenece al actual DT de Alianza Lima, el chileno Miguel Angel
“pastoreo” Arrue.
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Oblitas, cuando aun era conocido como el "ciego" |
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"Chorri" Palacios y el "vago" Oblitas. Padre e hijo |
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El profe "pastoreo" Arrué |
Y así
hemos llegado al final de este post, en el que hemos visto varios apodos, de
distintos tipos. Seguramente se han pasado muchos otros, he dejado de lado a
las viejas glorias y sus apodos. Un recuerdo especial al Nene Cubillas, el
Cholo Sotil, la Patrulla Barbadillo, el Diamante Negro Julio César Uribe,
Cachito Ramírez, el Poeta de Zurda César Cueto, entre muchos otros. Estos no
van entre comillas porque ya son nombres propios.
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El "Nene" Cubillas. Una leyenda viviente del fútbol peruano |