viernes, 30 de octubre de 2009

Los famosos pre-contratos

Cada vez que se llega a la recta final de los campeonatos, aparecen los rumores sobre posibles traspasos de jugadores de un equipo a otro. La prensa suelta noticias que distraen la atención sobre los partidos más decisivos del año, y el interés recae en la posible ida de un jugador (que casi siempre viene cumpliendo una buena labor en su club) a otro equipo importante para convertirse en uno de sus principales refuerzos. Aquí aparece un papel que suele traer muchos problemas después de firmarse: el pre-contrato.

Este documento es una suerte de compromiso previo adquirido con un equipo, el cual se establece sin conocimiento del equipo de turno del jugador. Durante la vigencia de su contrato, los dirigentes del futuro equipo se presentan al jugador (y a su representante) para hacerle una propuesta formal con una sustancial mejora económica, principalmente. Para evitar que el jugador negocie una renovación con su actual club, o se deje tentar por otro, es mejor asegurarse firmando un pre-contrato y asegurando la presencia del jugador una vez terminada la temporada. Uno nunca sabe si aparece una oferta mejor, que tiente al jugador a cambiar de opinión sobre la palabra empeñada; por ello el pre-contrato, prácticamente, se convierte en un “pacto con el diablo”: no hay marcha atrás. Si el jugador decide echarse para atrás y aceptar otra oferta o renovar su contrato, deberá pagar una cláusula por incumplimiento del pre-contrato.

En el fútbol peruano, es bastante común escuchar noticias sobre jugadores que firman pre-contratos cada vez que el año está por terminar. Probablemente, el más recordado y sonado en los últimos 3 años fue el de Montaño, hoy jugador de Alianza Lima. Antes de fichar por el club victoriano, el colombiano destacaba en el Sport Boys del Callao, siendo su figura estelar. A pocos meses para culminar el año, el jugador firmó un pre-contrato con Universitario para comprometerse por todo el 2008. Sorpresivamente, en los primeros días del 2008, Montaño decidió firmar por Alianza Lima y dejó con el uniforme de pretemporada listo para usar en el equipo rival. Hubo un reclamo por parte de los dirigentes argumentando que el jugador ya había firmado un pre-contrato con su club. Algo que olvidé mencionar líneas arriba, es que este documento no tiene ninguna validez para la FIFA, ya que la institución que monopoliza el fútbol profesional no los reconoce. Este problema suscitó reclamos por parte de los “engañados” y una defensa a ultranza al jugador por parte de los dirigente blanquiazules. Se dijo que Alianza le ofreció un sueldo espectacular ($25,000 mensuales), que lo llevó a rechazar la oferta crema y aceptar entrenar en La Victoria. La queja llegó hasta el comité de disputas de la FIFA, que falló a favor del jugador y pudo jugar por su nuevo equipo luego de haberse perdido las primeras fechas del campeonato. Vale la pena añadir que este incidente tuvo más repercusiones pues el jugador denunció que recibía amenazas por haber engañado a Universitario; incluso acusó con nombre y apellido a un dirigente: Julio Pacheco. El directivo negó todo y hasta anunció que tal acusación se llevaría a los tribunales.

Haber firmado un pre-contrato le trajo tantos problemas a Montaño, que lo persiguieron hasta varios meses después de ocurrido el incidente. Hoy el jugador sigue en Alianza, es uno de sus mejores jugadores y continúa percibiendo un salario muy por encima del promedio del fútbol peruano. Al inicio del torneo 2008, su rendimiento fue bastante bajo y dejó mucho que desear; llegando a cuestionarse si tanta pelea por el jugador había valido la pena. Al final del año, el jugador confesó que se vio muy afectado por el problema del pre-contrato, que lo llevó a distraerse de su trabajo, con consecuencias lamentables para su equipo (estuvo a punto de descender).

Como el caso anterior, existen muchos otros jugadores que firman pre-contratos con equipos antes de que el torneo termine. Uno de los que más pre-contratos hace a los jugadores es la Universidad San Martín, quien contrató bajo esa modalidad a Leao Butrón, Guillermo Salas, Carlos Fernández, Cristian Ramos, y otros jugadores. La mayoría tienen como antecedente común haber hecho un gran torneo para luego dar el salto al equipo de Santa Anita; les pagan una prima por su firma y un sustancial aumento en sus salarios. A pesar de ser un equipo sin hinchas, es un club serio, paga puntual, tiene un buen plantel y es el actual bicampeón del fútbol peruano. En esta temporada su nombre ha vuelto a sonar fuerte en los medios pues se conoce que tiene intenciones de contratar al lateral derecho titular del Alianza Lima: Aldo Corzo, de 19 años, e incluso se ha confirmado ya la existencia de un pre-contrato.

Las dos últimas semanas, se ha hablado mucho del tema en Matute y el jugador se ha visto expuesto a los medios de comunicación, negando rumores y declarando que aun no hay nada definido. ¿Cuál es la razón por la que Corzo se iría de Alianza si es un jugador titular y de los más prometedores? Se dice que un dirigente, Fernando Farah, le ofreció un renovar contrato prometiéndole una cifra que no dejó satisfecho al jugador, ni a su representante. Entonces apareció la San Martín para ofrecerle una oferta jugosa, se dice que $8,000 mensuales, y muchos otros beneficios; esto parece haber dejado contento al jugador pues se animó y se comprometió firmando un pre-contrato. Dicen que el presidente aliancista se enteró y puso el grito en el cielo, iniciando una nueva negociación con el jugador, quien se dice también que aceptó la oferta pero necesita que la San Martín acepte anular el pre-contrato para firmar la renovación. Toda esta novela ha terminado desconcentrando al jugador, por lo que el técnico decidió darle un descanso. Mañana vuelve al equipo titular contra CNI.

Mi opinión es que los pre-contratos no deberían existir y los clubes tienen que esperar a que el jugador culmine su vínculo actual para luego ofrecerle un nuevo contrato. En todo caso, también se podría hacer la negociación, previa conversación con el club de turno para solicitar su aprobación y hacer todo bajo un clima de trasparencia. De otro lado, se genera un problema a largo plazo pues con la firma de estos documentos, siempre va incluida una mejora salarial a favor del jugador. No está mal que los jugadores perciban buenos salarios; lo que está mal es que los clubes ofrezcan cantidades que después no pueden pagar o que les terminan originando un grave problema de falta de fondos. Las plantillas se inflan y los jugadores creen que pueden pedir más dinero para renovar sus contratos. En el caso de Corzo, el sueldo que le ofreció el club de Santa Anita muy probablemente triplica o cuadruplica lo que viene percibiendo actualmente. Creo que es un jugador prometedor, valiente, con buen físico; pero que todavía tiene mucho camino por recorrer: mejorar en la marca, llegar al fondo y centrar bien, no desconcentrarse y terminar cometiendo faltas tontas y crecer más en el fútbol. No puede cobrar como jugador consagrado, todavía. Sin embargo, a los representantes no les importa mucho el asunto y ven dónde pagan más para colocar a su jugador; les llenan la cabeza de ideas que terminan convenciéndolo de aceptar cambiar de camiseta.

Mañana Corzo y su equipo defenderán la punta de la liguilla A y se espera que el equipo pueda ganar su primer partido en Octubre, en su última presentación con camiseta morada. La hinchada espera ver a su equipo ganar nuevamente y consolidarse en su lucha por el título a fin de año. Su rival, el CNI, puede parecer accesible (Alianza le ha ganado todos los partidos que han jugado en el año) pero está peleando el descenso y eso lo hará más difícil de batir. La ronda de revanchas de la liguilla empieza este fin de semana y todos los jugadores necesitan estar concentrados durante los 90 minutos para defender a sus equipos, luchar por alcanzar sus objetivos y buscar un mejor contrato la temporada que viene. Algunos ya lo lograron y han firmado pre-contratos; otros prefieren esperar a que termine la temporada y decidir con la cabeza fría. ¿Quién será la próxima contratación sorpresa?

miércoles, 21 de octubre de 2009

No se hizo el milagro en Octubre


Pasada la euforia que despiertan las eliminatorias al mundial de Sudáfrica 2010 (y la tortura que ha significado para nosotros), el fútbol peruano volvió el último fin de semana con la sexta fecha de la liguilla final. Los equipos van jugándose sus chances de tentar la final, lograr una clasificación a un torneo internacional o luchan por evitar el descenso. Uno de los partidos de la fecha fue el Alianza Lima – José Gálvez, jugado en el estadio de Matute, en La Victoria, y con buena presencia de público en las tribunas.
Minutos antes de iniciado el cotejo, los aliancistas recibieron la noticia sobre su más cercano perseguidor, el Juan Aurich de Chiclayo, quien había cedido un empate de local; el escenario se presentaba favorable para el equipo blanquimorado pues con un triunfo se pondría 3 puntos arriba. Desde el inicio, se apreció que el local quería que los puntos se queden en casa y sumar su cuarto triunfo consecutivo de locales y dejar atrás esa mala racha que venía arrastrando. Los dueños de casa tomaron la iniciativa del juego, buscaban llegar al arco rival con la pelota jugada por abajo y tratando de habilitar a los delanteros; sin embargo el juego fue decayendo minuto a minuto. De pronto, tras una escapada de Montaño se consiguió el cobro de un penal luego de una falta cometida sobre el colombiano; la hinchada se levantó de sus asientos esperando gritar el ansiado gol. Aparicio tomó el balón, como lo ha hecho en algunos partidos, tomó carrera y le pegó un misil que terminó impactando el travesaño: se perdió la oportunidad de gol más clara en todo partido. Luego, hubo una acción de peligro desperdiciada por el “Zorrito” Aguirre, quien volvía luego de un mes de para a causa de un desgarro. Más allá del penal y el ataque fallado por los locales, no hubo nada más interesante en el primer tiempo; Gálvez atacó un par de ocasiones con cierto peligro, pero sin fuerza y con pocos hombres.
Ya para el segundo tiempo, Alianza salió más decido a buscar el gol del triunfo; intentó jugar con Montaño y Vílchez mientras la visita defendía con casi la totalidad de sus hombres dentro de su campo. Se hacía difícil llegar al arco visitante con peligro, las ideas se acababan y Gustavo Costas comenzó a mirar hacia el banco de los suplentes. Dentro del campo, los chispazos de fútbol iban desapareciendo y el conductor aliancista, Montaño, se mostraba peleado con pelota, molesto por alguna razón, distraído (probablemente, su incidente con un taxista lo distrajo del juego). Se apuró el ingreso de “Wally” Sánchez por el paraguayo Gonzáles pues el partido estaba prácticamente dominado en defensa y sólo bastaba con Jayo en la recuperación. Alianza atacaba y atacaba, pero sin meter miedo; los minutos pasaban y todo hacía indicar que la hinchada se iría a casa con un empate bajo el brazo y un nuevo sinsabor luego de haber celebrado 3 triunfos consecutivos en casa.
El desenlace del juego vino en los últimos cinco minutos del cotejo. Primero, luego de un ataque que pasó muy cerca al arco visitante, el balón terminó siendo rechazado hacia el campo aliancista. Uribe, presionado a medias por el “Cholito” Sotil, hace un intento fallido por pasar la pelota a “G&F” Forsyth la deja corta; el balón es alcanzado por Sotil, quien la sombrea con cierta comodidad y luego corre a gritar el 0-1, desatando la sorpresa de todo el estadio. Toda la cancha quedó muda por un instante y en las caras de la hinchada se veía la cólera y molestia por el error cometido por el lateral blanquimorado. Quedaban poco menos de 5 minutos, incluyendo los minutos adicionales, y parecía una derrota segura; parecía como si el gol en contra hubiera matado cualquier esperanza de arrancar un empate, siquiera. Pero no fue así, Alianza se fue con todo al ataque en busca del empate que le ayude a salvar la cabeza y evitar ser alcanzado en la punta. Vílchez, en su primer y único desborde bien hecho, sacó un centro venenoso que fue conectado por Leandro Fleitas (si, el mismo que le anotó a Cristal el empate a los 90 minutos con un gol muy discutido por la visita) y terminó dentro del arco, decretando el empate a falta de poquísimos minutos para el final del partido.
Al final fue un empate justo pues ambos equipos no hicieron demasiados méritos para ganar. Por un lado, los locales jugaron un partido malo, con poco fútbol y desperdiciando las pocas ocasiones claras que se le presentaron. De otro lado, Gálvez salió a defenderse y cuidar el cero en su arco; se encontró con el gol gracias un “regalo” de Uribe, y luego se dejó empatar a falta de casi nada para el final. Quién más contento se fue del campo fue la visita pues el punto le sirve para sumar; los locales se quedaron con las ganas de celebrar un triunfo y escaparse algunos puntos por encima de su más cercano perseguidor. A falta de 8 fechas para terminar la liguilla, Alianza sigue demostrando su irregularidad fecha a fecha, alternando partidos sobresalientes con otros para el olvido, como el último. Aurich ha cambiado de técnico y todo dependerá de cuánto tiempo demore el nuevo técnico en agarrar la manija de su equipo. De otro lado, en el otro grupo de la liguilla ganó Sport Huancayo y se puso a 2 puntos del primer lugar; San Martín goleó 5-0 a Cienciano y también se acerca metiendo miedo con el holgado resultado. La próxima fecha no será decisiva para definir los primeros lugares, pero si será importante para saber si los punteros de ambos grupos se recuperan o se caen. En Alianza ya no hay más lugar para malas rachas, ni en casa ni de visita.